Como el domingo no iba a poder hacer un pateo en condiciones por problemas físicos, decidí el sábado ir de playita y de paso caminar un poco para probar. Hacia tiempo que no iba a la playa de los patos en la Orotava, por lo que decidí tirar para allí y disfrutar de una de las playas mas tranquilas y bonitas del norte de la isla.
Para llegar hasta la zona cogimos la TF-5 hasta el desvío para bajar al Puerto de la Cruz, aquí en lugar de bajar hacia el puerto fuimos hacia arriba, pasando por debajo de la autopista y en la rotonda tomamos dirección El rincón. La carretera no tiene perdida y acaba en la la parada de guagua junto al Restaurante San Diego, como aquí estaba un poco lleno de coches tire por la pista de la dcha, la que va hacia el ancón y aparque junto a la bajada a los patos.
En lugar de bajar directamente a la playa continuamos en dirección al ancón para caminar un poco. La pista discurre entre plantaciones de plátanos y "casas de aperos" hasta llegar a la finca el ancón propiamente dicho en donde su enorme puerta cerrada y sus perros te dicen que no puedes continuar. Justo aquí baja un sendero hacia la costa que es el que cogeremos. 1º vas encerrado entre muros de plataneras y luego sales al borde del acantilado y las vistas son sencillamente brutales, tanto de la playa de los patos, como de la costa que va hacia el Puerto de la Cruz.
Continuamos por el sendero, el cual esta bastante bien conservado con su vallas para no caer al vacío, hasta llegar a la pedazo de choza que preside la peninsulita que separa los patos del ancón. La verdad es que la casa esta en un sitio brutal y aunque no parece abandonada es cierto que no se le ve mucha vida. Aparte que les han obligado a quitar la puerta de acceso a la propiedad para poder bajar hacia la playa de los patos. Pasada la casa divisamos la playa del Ancón, playa bastante mas pequeña que la de los patos, pero que con marea baja esta también espectacular. Desde aquí también pudimos descubrir otro sendero que sube hasta los acantilados de Santa Ursula, ya lo haremos otro día. Vordeamos la casa y con cuidado fuimos por el sendero que baja hasta los patos, aquí hicimos una merecida parada, bueno que leches, pero si íbamos a la playa, no de pateo. Estaba el día brutal, no hacia viento, había poquísima gente y el sol estaba que si que no. Tras pegarnos unos merecidos baños decidimos subir hacia el bollullo.
La salida de los patos por este lado hay que reconocer que es un poco peligrosilla, el camino esta bastante mal en la zona baja, cercana al agua, pero bueno con cuidado se sube bien. Continuamos el camino hacia el bollullo atravesando zonas tupidas de vegetación hasta alcanzar el mirador desde el que puedes contemplar las 2 playas. El Bollullo estaba claramente mas concurrida, bueno bastante mas, eso si tiene bareto para refrescar el gaznate cosa muy importante en una playa. Como ya nos habíamos bañado no bajamos a la playa y continuamos subiendo, pasamos por delante del restaurante el bollullo y su parking a 2€, y ya no nos quedó más que seguir la pista que sube de nuevo hasta el otro restaurante. La verdad es que el día estuvo muy bien pateo suave, vistas brutales y bañito, bueno y al final almuerzo y birras en el restaurante San Diego.
Las fotos las he tomado prestadas de la red ya que no tenía cámara el día del paseo.
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Para llegar hasta la zona cogimos la TF-5 hasta el desvío para bajar al Puerto de la Cruz, aquí en lugar de bajar hacia el puerto fuimos hacia arriba, pasando por debajo de la autopista y en la rotonda tomamos dirección El rincón. La carretera no tiene perdida y acaba en la la parada de guagua junto al Restaurante San Diego, como aquí estaba un poco lleno de coches tire por la pista de la dcha, la que va hacia el ancón y aparque junto a la bajada a los patos.
En lugar de bajar directamente a la playa continuamos en dirección al ancón para caminar un poco. La pista discurre entre plantaciones de plátanos y "casas de aperos" hasta llegar a la finca el ancón propiamente dicho en donde su enorme puerta cerrada y sus perros te dicen que no puedes continuar. Justo aquí baja un sendero hacia la costa que es el que cogeremos. 1º vas encerrado entre muros de plataneras y luego sales al borde del acantilado y las vistas son sencillamente brutales, tanto de la playa de los patos, como de la costa que va hacia el Puerto de la Cruz.
Continuamos por el sendero, el cual esta bastante bien conservado con su vallas para no caer al vacío, hasta llegar a la pedazo de choza que preside la peninsulita que separa los patos del ancón. La verdad es que la casa esta en un sitio brutal y aunque no parece abandonada es cierto que no se le ve mucha vida. Aparte que les han obligado a quitar la puerta de acceso a la propiedad para poder bajar hacia la playa de los patos. Pasada la casa divisamos la playa del Ancón, playa bastante mas pequeña que la de los patos, pero que con marea baja esta también espectacular. Desde aquí también pudimos descubrir otro sendero que sube hasta los acantilados de Santa Ursula, ya lo haremos otro día. Vordeamos la casa y con cuidado fuimos por el sendero que baja hasta los patos, aquí hicimos una merecida parada, bueno que leches, pero si íbamos a la playa, no de pateo. Estaba el día brutal, no hacia viento, había poquísima gente y el sol estaba que si que no. Tras pegarnos unos merecidos baños decidimos subir hacia el bollullo.
La salida de los patos por este lado hay que reconocer que es un poco peligrosilla, el camino esta bastante mal en la zona baja, cercana al agua, pero bueno con cuidado se sube bien. Continuamos el camino hacia el bollullo atravesando zonas tupidas de vegetación hasta alcanzar el mirador desde el que puedes contemplar las 2 playas. El Bollullo estaba claramente mas concurrida, bueno bastante mas, eso si tiene bareto para refrescar el gaznate cosa muy importante en una playa. Como ya nos habíamos bañado no bajamos a la playa y continuamos subiendo, pasamos por delante del restaurante el bollullo y su parking a 2€, y ya no nos quedó más que seguir la pista que sube de nuevo hasta el otro restaurante. La verdad es que el día estuvo muy bien pateo suave, vistas brutales y bañito, bueno y al final almuerzo y birras en el restaurante San Diego.
Las fotos las he tomado prestadas de la red ya que no tenía cámara el día del paseo.